El sauerkraut llegó a mi vida, en un momento donde yo vivía fuera y bastante lejos de mi México...
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, pueden proporcionar beneficios para la salud. Estos microorganismos se encuentran naturalmente en el tracto gastrointestinal y pueden ayudar a mantener el equilibrio de la Microbiota Intestinal.
Los alimentos fermentados contienen microorganismos que pueden ser beneficiosos para la digestión de varias maneras. En primer lugar, pueden ayudar a descomponer los alimentos en el tracto intestinal, lo que puede mejorar la absorción de nutrientes. En segundo lugar, pueden ayudar a reducir la inflamación en el intestino, lo que puede reducir los síntomas de la enfermedad inflamatoria del intestino y otros trastornos digestivos.
Se ha demostrado que los probióticos son eficaces para tratar ciertos trastornos digestivos, como la diarrea asociada a antibióticos y el síndrome del intestino irritable. También se ha demostrado que pueden mejorar la digestión en personas sanas y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el intestino.
Aunque la mayoría de los estudios sobre los probióticos se han centrado en su impacto en la salud digestiva, también se ha demostrado que pueden afectar al sistema hormonal. Los probióticos pueden influir en la producción de hormonas y en la respuesta del cuerpo a las hormonas, lo que puede tener efectos beneficiosos para la salud hormonal.
Algunos estudios han encontrado que los probióticos pueden tener efectos beneficiosos en la salud hormonal en las siguientes áreas:
El desarrollo de la obesidad en una persona está determinado por una compleja interacción entre factores genéticos, ambientales, culturales, sociales y el gasto energético, el cual está altamente influenciado por el nivel de actividad física de cada individuo. Recientemente, la microbiota intestinal se considera uno de los nuevos factores que participan en la obesidad y los trastornos metabólicos asociados.
Estudios realizados en humanos establecen asociaciones entre determinados componentes de la microbiota intestinal, la obesidad y la regulación del peso corporal. Se ha observado que los adultos humanos obesos sometidos a una dieta hipocalórica (tanto baja en grasa como baja en hidratos de carbono) muestran incrementos significativos en las proporciones fecales del phylum Bacteroidetes o subgrupos del género Bacteroides, junto a una paralela pérdida de peso, acompañados en algunos casos de reducciones del phylum Firmicutes o sus subgrupos (Clostridium).
La inflamación crónica es un factor importante en muchas enfermedades, incluyendo enfermedades autoinmunitarias, enfermedades cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas y cáncer. Los probióticos pueden ayudar a reducir la inflamación al mejorar la barrera intestinal y reducir la permeabilidad intestinal, lo que puede evitar que las toxinas y los patógenos entren en el cuerpo y desencadenen una respuesta inflamatoria.Además, los probióticos pueden estimular el sistema inmunológico y reducir la producción de citocinas proinflamatorias, lo que puede ayudar a reducir la inflamación en todo el cuerpo.
El intestino se relaciona estrechamente con nuestro estado de ánimo. Dado a su conexión directa con el cerebro, muchas cuestiones psíquicas y alteraciones emocionales afectan directamente a nivel intestinal. Es por eso que ante distintas emociones como angustia, nervios o miedo, nuestro sistema digestivo puede presentar síntomas gastrointestinales.
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