Hay muchas razones para sentir amor por el chucrut crudo, el que no esta pasteurizado, el que se hace en casa, su sabor intenso y ácido, hacen que inmediatamente quieras comerlo con todo.  El chucrut ha existido, de una manera u otra, desde tiempos antiguos. Es un básico de la cocina alemana.

​El sauerkraut llego a mi vida, en un momento donde yo vivía fuera y bastante lejos de mi Mexico. Mi marido viajaba a lugares donde era muy peligroso. Yo no había estado muy bien de salud, tenia ataques de pánico y ansiedad, los doctores me habían diagnosticado hipotiroidismo y depresión. Después de visitar a varios doctores, una bella mujer que me envió el universo llamada Nisa (originaria de Palestina) me enseño a fermentar alimentos, sobre todo el sauerkraut.

Al paso de los años he constatado que los probióticos caseros son los que me ayudan a estar tranquila mentalmente.

El sauerkraut está lleno de una gran variedad de probióticos, mucho más de los que encontrarías en un suplemento, es por eso que se ha convertido ya en un habito consumirlos diariamente. Por supuesto cada organismo reacciona diferente, pero quiero compartir con Mexicali este gran fermento (y otros tantos) para quienes encuentren en el, un alivio,  ya que además, puso alto total al estreñimiento que viví por muchos años,  sin dejar de mencionar que puede ayudar a aliviar  problemas gastrointestinales, como colitis, gastritis, úlceras y mucho más!

Cuando preparo sauerkraut/chucrut, lo que estoy haciendo es cultivar bacterias que producen ácido láctico a través del proceso de lacto-fermentación. En cada lote encontrarás diferentes tipos de bacterias benéficas, así que entre lote y lote,  la diversidad de probióticos que ingieras será diferente. Espero te beneficies de este gran fermento y de los otros tantos que en mi loquera y mi amorío con este gran mundo de las bacterias puedan ofrecerte.