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El cuerpo humano habitado por diversas microcriaturas.

¡La diversidad y riqueza de esta vida en nada uno de nosotros es probablemente tan asombrosa
como la vida misma en el planeta tierra! Nuestro sistema digestivo, nuestra piel, nuestros ojos,
nuestros órganos respiratorios y excretores coexisten felizmente con trillones de inquilinos
invisibles en un ecosistema de macro y micro vida en el que conviven en armonía.
Los humanos no podemos vivir sin esos diminutos microorganismos porque los llevamos por
todas partes, dentro y fuera de nuestros cuerpos.

Las colonias más grandes de microbios viven en nuestro sistema digestivo y un adulto sano lleva consigo entre 1,5 y 2 kg de bacterias en el intestino.
Todas esas bacterias no son únicamente una masa microbiana caótica, sino un micro mundo
sumamente organizado y en el que ciertas especies controlan a otras. El numero de funciones
que desempeñan es tan importante para nosotros que, si nuestro intestino fuera esterilizado, probablemente no sobreviviríamos.

¿Para qué necesitamos esos microbios y qué hacen ahí?

El tracto digestivo humano es un largo tubo abierto al mundo exterior, tanto en su comienzo
como en su parte final. Cualquier elemento dañino que esté en el mundo exterior puede acceder fácilmente a nuestro cuerpo.
Una de las razones principales de que todo nuestro tracto digestivo está cubierto por una capa bacteriana es porque actúa como barrera natural contra invasores, comida sin digerir, toxinas
y parásitos. Además de proporcionar una barrera física, luchan contra los microorganismos
patógenos mediante la producción de sustancias similares a los antibióticos, anti-hongos,
sustancias antivirales y surfactantes que disuelven las membranas de virus y bacterias.

Sauerkraut gran proovedor de bacterias beneficas

Todos sabemos que el propósito principal del sistema digestivo es poder digerir y absorber
alimentos. Ciertos ingredientes de nuestros alimentos no pueden ser digeridos por el intestino
humano sin la ayuda de las bacterias beneficiosa como la fibra dietética y el azúcar de la leche,
llamada lactosa.

Así como las raíces de un árbol, invisibles y escondidas profundamente por debajo del subsuelo desempeñan un papel crucial para el bienestar de cada una de sus ramas, de la misma manera, las diversas y múltiples funciones de la flora intestinal atraviesan el cuerpo y son cruciales para el bienestar del mismo.

Fuente:
Campbell-McBride N.(2004)El síndrome del intestino y la psicología, Reino Unido, Medinform Publishing.

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Este contenido solo proporciona información general, de ninguna manera sustituye la opinión médica calificada. Siempre consulte a un especialista o a su propio médico para obtener más información.