Conocemos desde hace tiempo el componente microbiano de la obesidad. Ahora, un equipo de científicos liderado por Patrice D. Cani ha comunicado el descubrimiento de una nueva bacteria intestinal, aislada en el intestino humano, capaz de contrarrestar en ratones la obesidad, la inflamación y la desregulación de la glucosa provocadas por la dieta.
La mayoría de las bacterias en nuestro intestino siguen siendo una incógnita para los científicos
Si bien se ha demostrado que ciertas bacterias intestinales como la Akkermansia muciniphila contribuyen a mejorar algunos factores de la obesidad, aún quedan muchas bacterias por identificar en nuestro intestino.
Como no es posible cultivarse fuera del intestino, ya que su material genético no concuerda con los genomas microbianos disponibles en las bases de datos actuales, seguimos desconociendo todo lo que pueden ofrecernos.
Se ha descubierto que el intestino del 70 % de las personas sanas alberga una bacteria que podría protegernos de los desequilibrios de la glucosa asociados a la obesidad.
En el año 2017, un equipo de científicos comunicaba el hallazgo de la nueva bacteria Dysosmobacter welbionis J115T en el intestino de un sujeto sano. Al estar estrechamente ligada a otras bacterias intestinales vinculadas a la delgadez, decidieron explorar sus beneficios para la salud metabólica del huésped.
Patrice D. Cani y sus colegas desvelan, en un artículo de la revista Gut, que D. welbionis J115T se encuentra hasta en el 70 % de la población sana y que los niveles bajos de esta bacteria van asociados a índices de masa corporal, niveles de glucosa en ayunas y de hemoglobina glicosilada más elevados, todos ellos indicadores de un exceso de glucosa en sangre a largo plazo.
La complementación con esta bacteria viva reduce el peso corporal y la masa grasa en ratones sometidos a una dieta rica en grasas. Sin embargo, la pasteurización anula los efectos metabólicos beneficiosos.
Los efectos beneficiosos de la nueva bacteria no se limitan al intestino.
Además de frenar el incremento de masa grasa, los científicos observaron que los ratones tratados toleraban mejor la glucosa, tenían niveles de inflamación inferiores y una mayor actividad del tejido adiposo marrón, esencial en el equilibrio energético de la termorregulación.
El siguiente paso para los científicos consistirá en averiguar si los beneficios de la nueva bacteria para la salud, más concretamente para la obesidad y las enfermedades metabólicas, también se dan en humanos.
En el vídeo siguiente, Francois Grimonprez explica el proceso de identificación de la nueva bacteria y sus efectos sobre la obesidad.
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Referencias: Articulo: Gut Microbiota for Health
Le Roy T, Van der Smissen P, Paquot A, et al. Dysosmobacter welbionis gen. nov., sp. nov., isolated from human faeces and emended description of the genus Oscillibacter. Int J Syst Evol Microbiol. 2020; 70(9):4851-4858. doi: 10.1099/ijsem.0.003547.
Le Roy, de Hase EM, Van Hul M, et al. Dysosmobacter welbionis is a newly isolated human commensal bacterium preventing diet-induced obesity and metabolic disorders in mice. Gut. 2021. doi: 10,1136; 49(-2020):-323778.
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