Los científicos que trabajaron con ratones libres de gérmenes notaron algo que al principio era incidental: éstos ratones, criados en condiciones altamente estériles sin una flora intestinal (microbiota), se comportaron de manera anormal.
Es decir, en comparación con los animales normales (no estériles), estos ratones sin flora intestinal mostraron menos miedo y timidez en situaciones nuevas, como a un campo abierto o un laberinto; eran más exploratorios, no evitaban las luces brillantes en sus jaulas, y eran relativamente asociales y agresivos con sus compañeros de camada, situaciones que un ratón normal no haría.
Pero cuando los científicos comenzaron a investigar esto más a fondo, descubrieron que la colonización de estos ratones con una flora intestinal normal (microbiota normal) de otros ratones, de otras especies animales o de seres humanos) normalizaba su comportamiento. A veces, el comportamiento se volvió normal incluso cuando los ratones libres de gérmenes fueron colonizados por una sola especie bacteriana.
En este momento, muchos laboratorios de investigación de todo el mundo están realizando un seguimiento de esta línea de estudio. Al menos para los ratones, la presencia de bacterias en el intestino es claramente necesaria para el desarrollo de conductas normales. Sabemos que la flora intestinal (microbiota) participa en el desarrollo de diversos órganos y funciones y también contribuye al desarrollo del cerebro.
Fuente: Science Trends
Si tienes alguna duda sobre nuestros productos, proceso de elaboración, envíos o cualquier otra cosa, por favor ponte en contacto con nosotros para asistirte.
Ingresa tu código postal para ver precios
Ingresa tu código postal